A estas alturas tenemos claro que el mejor residuo es el que no se produce, no se genera. Y que el camino de nuestra sostenibilidad como sociedad pasa por reducir considerablemente la generación de residuos reciclando o reutilizando todos los que se puedan. No nos podemos permitir el elevado coste que supone producir a partir de las tradicionales materias primas olvidando las materias primas secundarias o subproductos de nuestros residuos. Mucho más baratos, más accesibles y además las quitamos del medio ambiente.
De este maremagnum de residuos hoy vamos a abordar los RAEE, estos son:
Si EEUU y la UE son los grandes productores de RAEEs, ya os imagináis quién es el mayor importador de ellos. Si: China, el gran dragón se convierte en el mayor chatarrero del planeta. Pero aparte de la pátina de sostenibilidad que le da esta circunstancia, suponéis bien al pensar que lo hace por ....puro negocio. Pues claro: el reciclaje es un negocio, aparte de esa buena imagen de ambientalmente adecuado, es un negocio normal y corriente que quiere ganar dinero.
Metales, acero, cobre, y aluminio necesarios para el desarrollo y la construcción de ciudades e infraestructuras chinas salen de nuestros residuos. El circuito de producción - consumo - reciclaje - nueva producción es el siguiente: se produce en China, se exporta a EEUU y UE como vehículos, ropa, electrodomésticos y artilugios varios de tecnología punta, se usan y se tiran y vuelven a su origen donde tras ser desguazados y despiezados se hace un nuevo producto otra vez importado.
El proceso sería perfecto, salvo que:
- los RAEEs son considerados como peligrosos en la UE y exportados como bienes de segunda mano!!!
- la legislación ambiental en estos países es muy laxa y el manejo sin control de ciertos residuos ha provocado contaminaciones irreparables en ríos y suelos de estas zonas
Así China, que es el mayor consumidor de cobre del planeta, consigue el 50% del mismo a través del reciclaje. En su modelo de desarrollo están más pendientes de la Bolsa de Metales de Londres que regula los precios del mercado que de los efectos ambientales de su prácticas poco sostenibles.
Por otra parte ya es hora de afirmar que el reciclaje 100% ¡no existe! Reciclar cuesta dinero, y no es barato. Necesita agua, energía y materias primas.
Es cierto que hacer una lata de refresco de otras recicladas cuesta menos, pero cuesta!!! y mucho!!! Obtener 1 Tm de aluminio procedente de residuos es un proceso muy largo, luego hay que volverlo a fundir y hacer nuevos productos. El proceso no es gratis pero si más barato que extraerlo de la bauxita.
Por eso una buena gestión de residuos pasa inexorablemente por reducir (el consumo) y reutilizar (el producto). En el caso de los RAEEs está claro: nuestros artículos obsoletos pueden servir en otros países en vías de desarrollo donde puede que sea la única forma de acceder a internet o ver la televisión.
Tampoco está desarrollado el negocio de venta de ordenadores y equipos de segunda mano, y sobre todo, de piezas. Todo un abanico de posibilidades!!!