Agua y energía juntas en el Día Mundial del Agua

Para este año 2014, se ha elegido este tándem para conmemorar el día Mundial del Agua. Y es que la agua y energía van juntas con una estrecha relación en que ambas necesitan de la otra para desarrollarse.

Sin energía, el agua no llega a su destino. No hay desarrollo. Tampoco vida.

En un país de primer orden, desarrollado, cada ciudadano puede consumir 300 Lt de agua al día. Cifra muy distante de los escasos 20 Lt para un ciudadano de un país en vías de desarrollo. Sin olvidar una circunstancia: quizás este agua, esos 20 Lt, estén muy alejados de su vivienda o este agua no esté en condiciones aptas para su consumo.

Pongamos cifras a esta realidad: 1.300 millones de personas sin acceso a electricidad y 768 millones sin acceso al agua potable.

En la Cumbre del Milenio en la ONU se propuso extender los beneficios de la globalización a los ciudadanos más desfavorecidos. Se llegó incluso a declarar el periodo 2005-2015 como Decenio Internacional para la Acción "El agua, fuente de vida". Su objetivo es actualmente inalcanzable, por muchos recursos que se destinen no se podrá reducir  a la mitad el porcentaje de población sin acceso seguro al agua potable.

Con la tecnología que tenemos, incluso en zonas desérticas hay viviendas con suministro de agua, por ejemplo en el Sahel. Pero el 40% de la población sin acceso a agua potable vive en África subsahariana.

En nuestro cómodo primer mundo vamos en la cabeza de los avances tecnológicos y así invertimos 2.500 Lt de agua en producir 1 Lt de biodíesel poco contaminante.

La población mundial se incrementa sin parar, y se prevé un 55% más de demanda global de agua para el año 2050. La calidad del agua potable es fundamental, como su acceso global. Tenemos la tecnología, pero nos falta la voluntad. Son imprescindibles fuertes inversiones en infraestructuras tanto en abastecimiento como en saneamiento y depuración que impidan el desarrollo de enfermedades crueles como malaria, paludismo y cólera. E infraestructuras para el desarrollo de energías sostenibles y eficientes.

Además si el desplazamiento del agua a zonas sin ella requiere energía, su transporte también puede generar energía, como la hidroeléctrica bien desarrollada en nuestro país. 

Podemos rescatar del olvido, toda esa cultura milenaria del agua de pueblos pasados, como ocurre en zonas muy sensibles a la escasez del agua, como Andalucía, que están muy concienciadas en el ahorro. Para esto se hace necesario el apoyo educativo, y la sensibilización y concienciación de la ciudadanía.

Hay toda una línea de trabajo en el desarrollo de una economía verde con la creación y gestión de infraestructuras de abastecimiento, saneamiento, y generación como la luz hídrica, y la recuperación de ríos, humedales y acuíferos en pro de un verdadero uso sostenible del recurso agua.

En nuestro país, el slogan de las empresas de abastecimiento de agua es el agua no se consume, se utiliza. Podemos hacerlo extensivo a otros países que no tienen nuestra misma suerte. Por falta de tecnología, no será....