Capuchina (Tropaelum majus) es una planta anual muy fácil de cultivar y muy decorativa en balcones y espalderas. Se siembra a finales de invierno, pero se resiembra espontáneamente ella sola y en caso de crecer exageradamente se arranca o corta y punto. Florece abundantemente desde primavera hasta otoño, aunque en provincias muy calurosas como la nuestra muestra su espectacular floración en primavera hasta la llegada del calor.
Pero vamos a ver otros aspectos interesantes de su cultivo. Es una planta ideal como auxiliar en el huerto ecológico porque
- protege a frutales como los manzanos de la carpocaspa y del pulgón lanígero
- alberga a insectos auxiliares como pulgones y orugas de mariposas
- si la asocias al cultivo de rábano, le da un buen sabor
- protege de pulgones cultivos como brócoli, judias y alcachofas
- repele la mosca blanca en invernaderos
Y es que la humilde y peruana Capuchina contiene aceites esenciales como glucotropeolósido, flavonoides, ácido oxálico y ascórbico. Todos ellos le confieren propiedades antibióticas y balsámicas, antitusivo, antifúngico y rubefaciente (estimulando el cuero cabelludo y reduciendo la caída del cabello). Es perfectamente comestible. Con estas propiedades nos ayuda a nosotros y a nuestras plantas.
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