Traemos un nuevo proyecto innovador: producir biofuel a partir de aguas residuales domésticas y algas.
El proyecto con un coste estimado de 12 millones de euros se pone en marcha en Chiclana de la Frontera (Cádiz). Si bien hay críticas diciendo que requiere grandes cantidades de agua, energía y productos químicos, insistiendo en la idea de insostenibilidad, es cierto que nadie lo ha realizado antes y ahora es la ocasión de estudiar la sostenibilidad del mismo. Este municipio, cuyo motor económico es el turismo, puede producir algas en estanques artificiales al lado de las salinas.
Veamos porqué: el proyecto usa dióxido de carbono para producir biomasa de las algas y el producto resultante, bioetanol, se transforma es biofuel que será empleado en el transporte público. La viabilidad del proyecto dependerá de la calidad del bioetanol y de su coste de producción.
Los objetivos de All-gas son producir 3000 Kg de algas en 10 hectáreas de terreno, equivalente a producir biocombustible para 200 vehículos.
All-gas mantiene que será capaz de producir 100.000€ de biocombustible anualmente a partir de 2015.
Mientras, en fase experimental, cuenta con la financiación de la UE a través del programa FP7 buscando su aplicación a coches y camiones.
La única pega que se le puede poner a esta idea es que aún pasarán varios años antes de que los biocombustibles sea económicamente viables, aunque puedan sustituir a parte del petróleo y esta fracción se incremente paulatinamente.
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