Los aceites esenciales tienen múltiples aplicaciones en cosmética y perfumería. Te enseñamos dos métodos de extracción fáciles para que los uses con tu selección de plantas favoritas en tus geles y jabones preferidos.
Maceración en frío: trocear las plantas bien lavadas y escurridas en un frasco de cristal bien limpio y añadir aceite de oliva hasta cubrirlas. La proporción aproximada es 20-30 gramos por 100 ml de aceite. Cerrar lo más hermético posible. Envolver con papel de aluminio y dejar en reposo un mes. Durante este tiempo agitar de vez en cuando.
A los 15 días puedes filtrar el contenido, recuperar el aceite y volver a ponerlo a macerar con plantas frescas.
Maceración en caliente: igual que el procedimiento anterior pero dejando el frasco al sol. Mejor que esté en un sitio caliente bien soleado que al sol directo porque no debe aumentar mucho la temperatura para que el aceite no se queme y deje productos tóxicos en él. Maduración: 20 días.
Maceración en caliente: igual que el procedimiento anterior pero dejando el frasco al sol. Mejor que esté en un sitio caliente bien soleado que al sol directo porque no debe aumentar mucho la temperatura para que el aceite no se queme y deje productos tóxicos en él. Maduración: 20 días.
Pasado el tiempo de maceración filtrar con una gasa de algodón y usar el aceite como aceite esencial para jabones, cremas,...
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