miércoles, 13 de marzo de 2013

Cambio horario y ahorro energético: aíslese para gastar menos


La crisis del petróleo de 1974 motivó la decisión de que muchos paises cambiasen su horario para conseguir un ahorro de energía a través de un menor consumo. Cada país hacia este cambio en el momento en que creía oportuno. La Unión Europea la puso por escrito en una Directiva en 1981, la cual iba prorrogando cada cuatro años. Así hasta 2001 en que la UE decidió vía Directiva que todos los estados miembros realizasen este cambio a la vez (el último domingo del mes de marzo y del mes de octubre) y con validez por tiempo indefinido.

De esta forma acabaron con los problemas motivados por los cambios en distintas fechas que afectaban sobre todo al transporte ferroviario.

Ahora bien, el cambio horario cuenta a partes iguales con detractores y defensores. Nos remitimos a las cifras y que cada uno/a saque sus propias conclusiones.

Frente a los detractores que afirman los efectos perjudiciales sobre la salud humana, la UE expone un Informe en 2007 indicando lo contrario y los beneficios obtenidos en menor consumo energético en sectores como agricultura y hostelería. Si bien la mayoría de la población se adapta al cambio horario sin problemas o como mucho en un par de días, también es cierto que niños y personas mayores si se ven afectados por el cambio con ciclos sueño-vigilia alterados.

Ahora viene lo mejor, los ahorros energéticos también son mínimos, por varias razones:

- conseguimos un mayor porcentaje de ahorro energético (menor consumo) si aislamos bien las ventanas evitando pérdidas de calor

- en iluminación se puede llegar al 3-5% de ahorro, claro pero el Instituto de Diversificación y Ahorro de la Energía, IDAE, nos dice que con un consumo racional y tecnologías de ahorro en iluminación como sensores de luz que regulan la intensidad de iluminación en función de la luz natural. Lo curioso viene cuando el Ministerio del que depende el IDAE indica que instalando burletes en puertas y ventanas se ahorra del 5 al 10%, es decir, el doble. Apagando la calefacción o el aire acondicionado por la noche e instalando doble acristalamiento en las ventanas, el ahorro se eleva al 20%.

Se estima un ahorro de 300 millones de euros, considerando que 90 se deberían a los hogares y 210 a edificios comerciales y públicos e industria. Pero estos estudios son antiguos y no se han actualizado, no contemplan el aumento del número de hogares, el aumento de las tarifas de la luz y que nuestras casas son tecnología pura.

El Código Técnico de la Edificación de 2006 ya contempla estas medidas de consumo racional y ahorro energético en los nuevos edificios, para los antiguos ¡¡¡AÍSLESE!!!, será una buena opción para pagar menos luz.

Un contador de luz.

1 comentario:

  1. Sin tener claro que suponga un verdadero ahorro energético y se sigue haciendo... Estamos locos

    ResponderEliminar

Vamos!!! comenta lo que quieras. Tu opinión es importante y nos permite adaptar el blog a los gustos de sus lectores.