sábado, 6 de abril de 2013

¡Amarillooo! .....¡¡¡el submarino es!!!




¡Amarillo!

¿Amarillo?????

No penseís que ecourbanita ha cambiado su filosofía ni que vamos ha hablar de submarinos, pero sí de otro amigo amarillo....



............pues claro, del contenedor de envases e inertes, ¿en que estabaís pensando?

Hace varias décadas nos acompañan en nuestras calles varios contenedores de colores sugerentes... ¡Cuantos hay! ¡Qué grandes son! ¡Cabe todo!

¡Todo lo que se puede tirar en él y también TODO lo que no se debe tirar!

Son para que hagamos una selección de nuestra basura y se han convertido en el cajón de sastre del sistema o en el desastre de contenedor según se mire.

El caso, en este contenedor nos indican muy clarito que sólo pongamos envases e inertes, pero nosotros ponemos todo lo que no sabemos donde va, total, el caso es deshacernos de "eso", y mirad que nos lo dicen clarito:



¡Sólo  envases de plástico, latas y envases brik! No es un capricho, se trata de que los materiales de lo que están hechos estos envases vuelvan al ciclo de los residuos. Es más económico valorizar plástico y latas que elaborar envases nuevos a partir de sus materias primas. Para nuestra economía y para nosotros como consumidores. Ése es un elevado coste para nuestro medio ambiente que, como sociedad, no nos podemos permitir.

Y ahora, la pregunta del  millón: como ciudadano/a ¿qué hago con el resto de la basura?

No nos vamos a convertir en fervientes imitadores de Diógenes pero sí en consumidores responsables.

Es muy sencillo, en todas las ciudades hay ecopuntos o puntos limpios, son instalaciones para tirar todo aquello que procede de nuestras actividades domésticas pero que no puede ir a los contenedores de recogida selectiva. Es decir: ropa, calzado, juguetes, pequeños electrodomésticos, perchas, CDs, DVDs, aceite usado, bombillas...........Después todos estos residuos son tratados adecuadamente separando sus componentes en su caso, siempre fomentando su valorización y reutilización. Así pasan a gestores intermedios autorizados que transforman nuestros residuos en nuevos objetos. Y se crean nuevas empresas y empleos.

También podemos pensar como ecoconsumidores, seleccionar bien los objetos a comprar, sus marcas y calidades, separar adecuadamente los envoltorios y reducir el número de bolsas y cacharros que usamos. Tal vez, no necesitamos tantos...

¡Dale marcha a tu basura!, ¡date un paseo de vez en cuando por el ecopunto y colabora!

¡Es muy fácil!


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