El sábado se celebró el Día de la Seguridad y Salud en el Trabajo. En nuestro país esta jornada se centra en una concienciación más o menos motivada sobre los riesgos que cada uno/a puede afrontar en su ocupación y cómo evitar que no sufra males mayores.
El trabajo decente según estimaciones de la OIT nos muestra 321.000 muertes debidas a accidentes laborales y 2.020.000 muertes causadas por enfermedades profesionales, en total 2.340.000 accidentes de trabajo mortales.
No, no nos hemos equivocado con los ceros, es que así causa más impacto. Estaremos de acuerdo es que no son cifras admisibles.
Desafortunadamente, la pasada semana un desgraciado accidente en forma de tragedia, cúmulo de muchas causas, nunca casual, ha provocado una gran catástrofe: en Bangladesh se derrumbaba un edificio de 8 plantas con fábricas textiles. Nada más que 370 muertos, a fecha de hoy, y miles de heridos.
Evitable: posiblemente.
Causado por la mala construcción: posiblemente.
Sin condiciones de seguridad laboral: casi seguro.
Condiciones laborales de los trabajadores muy deficientes: también.
Curiosamente en estas fábricas se elaboraba ropa para marcas bien conocidas por nuestros lares: Inditex, Mango, Benetton, Primark...
Cuando vemos algo barato, no lo pensamos y compramos el artículo. Sin ver o no queriendo ver que detrás está la pobreza, el trabajo esclavo y mal pagado, el hacinamiento, las malas condiciones de seguridad y salud, etc.
La globalización ha acabado con las fábricas de medio mundo, aquellas que su legislación protege a sus trabajadores, y ha desplazado la producción a países en vías de desarrollo con trabajadores que no ponen reparos por un chusco de pan, unos 30€ al mes. Mientras acá miles de parados porque esas fábricas, textiles o de cualquier otro sector, desaparecen.
¿Ése es el progreso del siglo XXI?
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Prensa nacional e internacional
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